Después de la muerte de Dios o el haber tomado concienza de su inexistencia, el hombre ya no pisa tierra firme ni en América y la vida se pasa de alucinación en sueño, a veces ayudados `por la madre naturaleza y nuestra gran amiga la química

domingo, marzo 26, 2006

Nuestra Amiga la Química

Deben estar diciendo: "Diablos, ¿Cuánto puede demorar un viaje por el inframundo?"- pues bien, teniendo en cuenta lo relativo del tiempo, puede ser mucho o poco-.
Alguna vez pude sentir una energía emanando de mi cuerpo. Secedió una de las tantas veces que caminaba por mi ciudad en horas de madrugada, pues a esa hora todas las calles de la urbe son mías. En ese momento fui capaz hasta de sentir los vestigios de alas (¿demoniacas o angelicales?)en la parte alta de la espalda.
En esos días fue que conocí las metanfetaminas. Me ponen a mil. También aprendí a apreciar los acordes de la música electrónica y exploré nuevas amistades con los habitantes de la calle: indigentes, desechables (alguna vez una "niña tonta" me dijo:-¡esos "dese" me dan miedo!) y la infinidad de apelativos que puedan recibir.
La desepción llegó cuando me dí cuenta que el efecto de las "meta" solo afectaba un poco tu percepción del tiempo pero no producia efectos visuales ni sonoros sobre "la realidad", asi que decidí dejarlas rapido.
Alguna vez, en Saqui, decidi hacerme publicista, para ver como era el cuento. LA gente con la que trabajaba se tomaba muy en serio el cuento y yo pasaba la mayor parte del tiempo como un vago, lo gracioso es que cuando se me alumbrba La Mente mis ideas opacaban por completo las del resto del grupo, motivo por el cual me lanzaron un hechizo y me convertí en batracio.